Autoestima en personas altamente sensibles
Actualizado: 13 jun

La autoestima es un aspecto crucial de la vida de cualquier persona, pero para aquellos con alta sensibilidad puede ser especialmente importante debido a la naturaleza de su sensibilidad emocional. La autoestima se refiere a la valoración que hacemos de nosotros mismos y a la capacidad de aceptarnos y querernos tal y como somos. En general, una buena autoestima implica sentirnos seguros de nosotros mismos, tener confianza en nuestras habilidades y ser capaces de establecer límites saludables en nuestras relaciones interpersonales.
Sin embargo, debido a su sensibilidad emocional, las personas altamente sensibles pueden tener dificultades para desarrollar y mantener una buena autoestima. Pueden sentirse inseguros de sí mismos, experimentar miedo a ser juzgados o rechazados, y ser especialmente vulnerables a las críticas y comentarios negativos de los demás. Como resultado, a menudo desarrollan armaduras para protegerse de estas situaciones.
Algunas de estas armaduras pueden incluir el perfeccionismo, el aislamiento social y el deseo excesivo de éxito. El perfeccionismo puede llevar a la persona a establecer expectativas irrealistas de sí misma y a sentirse fracasada o inadecuada si no logra cumplirlas. El aislamiento social, por otro lado, puede ser una forma de protegerse de las críticas y la vulnerabilidad emocional, pero también puede ser perjudicial para la salud mental y emocional a largo plazo. Por último, el deseo excesivo de éxito puede ser una forma de compensar la sensación de falta de valía personal, pero puede llevar a la persona a sentirse agotada e insatisfecha.
Para aumentar la autoestima en las personas altamente sensibles, es importante trabajar en la aceptación personal y en la construcción de relaciones interpersonales saludables. A continuación, se presentan algunas recomendaciones:
Practicar la autocompasión: aprender a tratarnos a nosotros mismos con la misma amabilidad y compasión que tendríamos hacia un amigo cercano. En lugar de criticarnos y juzgarnos, es importante aceptar nuestras imperfecciones y errores, y reconocer que todos somos humanos y cometemos errores.
Establecer límites saludables: aprender a decir "no" cuando sea necesario, y establecer límites claros en nuestras relaciones interpersonales. A veces puede ser difícil establecer límites cuando nos preocupamos por la opinión de los demás, pero es importante recordar que tener límites es una forma de cuidarnos a nosotros mismos y proteger nuestra salud emocional.
Conectar con otros: buscar relaciones interpersonales saludables con personas que nos acepten y nos valoren tal y como somos, y con quienes podamos compartir nuestros pensamientos y emociones sin temor a ser juzgados.
Trabajar en la aceptación personal: aprender a aceptarnos y querernos tal y como somos, con todas nuestras virtudes y defectos. Recordar que no somos perfectos y que eso está bien, ya que lo importante es seguir creciendo y aprendiendo.
Buscar ayuda profesional: si sentimos que nuestras dificultades de autoestima nos están afectando en nuestra vida diaria, puede ser útil buscar ayuda profesional de un terapeuta especializado en alta sensibilidad